Romanos 7:12-25

!Hola!

Hoy quiero hacer una breve refexion cuanto al modo como actuamos em momentos de iritación o cuando una situación es desagradable a punto de usted enojarte con eso. 

En mi caso, estoy num proceso de aprendizagen fuerte para obtener domínio proprio y no vivenciar el momento de enojo como antes. No es fácil tener controle sobre tus emociones, pero guardo conmigo una ensenansa de Joyce meyer que dice que nuestros sentimentos no importan cuando tiene el Espíritu Santo en tu vida. Lo que haces es una decisión personal, usted eleje como reaccionar y así es. 

Otra ensenansa es una frase que ahora uso todos los dias: "el que no alimento muere". E así es, si no poner água para una planta, ella muere; si no ofrece comida para los perros mueren, para un bebe, lo mismo. Con los sentimentos también, se alimentan y son buenos, muy bien, pero si alimentan y son malos, malos o peor continuarón a ser. ¿Cual es mi decisión? ¿Cual elegir, cual alimentar? ¿malos o buenos sentimentos?  

La clave es detectar en que areas en tu vida hay una necesidade major de atención, no percebemos todas las veces em que alimentamos la ira, es cuase inconciente, pero se criar mecanismos para mudar el foco de tu atención cuando usted mira una situación de peligro, esto serve como un poderoso escape. 

Yo he criado una estrategia de cantar una música de alabanza para ocupar mi mente cuando un pensamiento malo aparece en mí. Canto aleluya, aleluya, y de pronto estoy con otro foco en mi cabeza y corazón. Es algo muy simples - lo desafio a testar, trata de poner en practica para ver si logra algun resultado. Yo creo que sí! 

Estar dispuesto a cambiar su modo de ser es un grande paso para una persona dispuesta a agradar a Dios. No desista: mata su carne e desfruta de tua victoria. 

!Dios te bendiga!

Romanos 7:14-25

14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.

17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;

23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

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