¡Hola!
El texto abajo es la lición de número 51 de lo libro Proyecto 52, de el grupo Revive, baseada en la historia del profeta Nehemías. Comparto pués ha edificado mucho mi vida hoy, cuándo termino la lectura deste libro. Tengo escuchado muchas y muchas predicaciones de la misionera Dra Edméia Williams, desde Brasil y empezé un fuerte programa de lectura de la palabra de Dios con la intención de mejor me preparar para su obra recuerdando las principales partes que un cristiano debe saber y vivir en su práctica diária.
Glória a Dios por un proyecto que se completa hoy de la lectura de lo libro Proyecto 52, en medio a otros que se seguen para que llegada la hora de entrar en acción yo tenga su conteúdo en mi mente y alma. Sigo también con el ministério de intercección por todo tiempo libre e tambíen por algunas veces en medio de la noche o cualquier horario en que el Espírito Santo me convoca a parar con toda actividad y me pongo a orar por usted, su família, trabajo, salud, financias, ministério, luchas personales, iglesia, tu país, mí casa, mí país e por la obra de Dios en toda parte. Hay sido una gran experiencia de vida espiritual con resultados concretos en la vida material. No hay faltado nada, ni trabajo o dinero para mi o para diezmos y ofrendas, ni salud o disposición para hacer hoy lo que Dios hay ponido en mi corazón para hacer.
La importancia de tener retomado la lectura bíblica es incomparable con cualquier outra iniciativa que yo ha tomado por ahora. Estoy con mi corazón feliz por eso, que es una victoria en una batalla, pues hay tiempos que yo tenía esa necesidad en mi alma, pero no había empezado antes. Ahora, no más excusas, sigo con este plan de lectura en busca por conocimento de la palabra de Dios que habrá una obra em mi vida para hacer su voluntad aquí en la tierra. Como Nehemías hizo con los muros de Jerusalén, creeo que Dios también está reconstuyendo mi vida para su honra y glória.
Deja Cristo mover su obra en ti también. Diga "Aquí estoy, Señor, completa tu obra en mí vida." ¡Dios sea bendecido!
Siga el texto sobre Nehemías.
"...Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis. Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Senor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es nuestra fuerza." - Nehemías 8:9-10
¿Como es la reconstrucción?
Después de anos de cautiverio babilónico, los judíos regresaron a Jerusalén. Pero el pasaje estaba lleno de escombros, el muro de la ciudad estaba derruido, las puertas quemadas, y la esctructura de la ciudad destruída. Nehemías, un judío que permaneció en el exilio sirviendo al rey de Persia, se enteró de la notícia de la destrucción de su ciudad natal. La noticia le causó un severo estrés, y lloró, ayunó y oró durante muchos días.
¿Por qué estaba él tan perturbado? ¡Jerusalén pertenecía a los judíos otra vez! Ellos estaban en casa. Por qué eran tan importantes un moro derruido y puertas quemadas? De lo que Nehemías se había dado cuenta era de que Jerusalén, sin su protección de paredes y puertas, estaba totalmente expuesta, abierta al enemigo y sin límites o definición. Jerusalén estaba habitada, pero indefesa - el enemigo tenía libre acceso a ella. Desde la distante capital persa, en medio a lágrimas, Nehemías comenzó el proceso de recontrucción.
Nehemías nos muestra que la reconstrucción comienza con arrepentimiento. Nehemías clama a Dios y confiesa los pecados que su pueblo y que él mismo habían cometido. Él sabía que la destrucción de Jerusalén fue un efecto directo de la rebelión de los judíos contra Dios, y él era tan responsable como el resto.
Cuando Nehemías recibió el permiso del rey persa para ir de vuelta a Jerusalén, llegó y evaluó los danos, haciendo un inventario de cada sección danada del muro. Luego, él explicó lo que sería necesário para reconstruir las paredes - todos en la ciudad debían participar, necesitaban asumir la responsabilidad de sus proprias secciones. En la medida en que el muro crecía y la ciudad se hacía más fuerte, la oposición del enemigo también creció. Lo que comenzó como una burla se convertió en amenazas reales de violencia por parte de los dirigentes de las aciones circundantes. Los constructores aprendieron a manejar sus armas y a defender su trabajo, mientras trabajaran en el muro. Nehemías animó al pueblo a tener una confianza pura en que Dios pelearía por ellos.
A la verguenza de sus enemigos, el poder de Dios permitió a los judíos reconstruir los muros de Jerusalén en sólo 52 días. Nehemías nombró supervisores estratégicos para que seguiesen protegiendo la ciudad atentamente. Después de la victoria la gente adoró y alabó a Dios con alegría.
Nehemías reconstruyó una ciudad, pero también reveló cómo podemos reconstruir nuestras vidas. Independientemente de si hemos conocido a Dios por un corto tiempo, por mucho tiempo, o nunca, nos encontramos con nuestras vidas en ruinas. La historia de Nehemías no sólo ofrece esperanza, sino un proceso para la reparación total.
Empezamos de rodillas en medio de la admisión honesta y el arrepentimiento. Evaluamos los daños. Nos damos cuenta de que la reconstrucción nnca funcionaría a menos que llegasen otros a aydarnos, y que debemos er responsables de lo que nos corresponde. Enfrentamos la oposición y aprendemos a luchar contra la mentira y las amenazas. Nada se logra sin el poder de Dios, y seguimos reconstruyendo con una confianza infantil, así vemos los resultados. nos completamos a proteger la obra de Dios vigiándola. Finalmente, el proceso de reconstrucción resulta en alegre alabanza. Nosotros podemos reconstruir, y empezamos de rodillas.
"Reedeficicarán las ruínas antigas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones." - Isaías 61:4
¡Dios, te bendigo más hoy!
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