Cómo puedes me amar tanto así, Señor mío?
Soy barro, polvo, ceniza, a todo tiempo busco tu dirección, pues no tengo sabedoria por mi propria cuenta. Necesito de Tí, Padre mío. Gracias por amarme así, aún que nada soy.
Salmo 86: 8-13
No hay, Señor, entre los dioses otro como tú,
ni hay obras semejantes a las tuyas.
9 Todas las naciones que has creado
vendrán, Señor, y ante ti se postrarán
y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande y haces maravillas;
¡solo tú eres Dios!
ni hay obras semejantes a las tuyas.
9 Todas las naciones que has creado
vendrán, Señor, y ante ti se postrarán
y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande y haces maravillas;
¡solo tú eres Dios!
11 Instrúyeme, Señor, en tu camino
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre.
12 Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré,
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre.
12 Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré,
y por siempre glorificaré tu nombre.
13 Porque grande es tu amor por mí:
me has librado de caer en el sepulcro.
Este Salmo es un de mis preferidos y la música abajo es una oración con la cuál celebro mi primer año de cambio, arrependimiento y volta para La Casa de Dios, que celebro mañana, un año que volté para los brazos del Padre que me ama por toda una vida. Ahora comprendo todo que pasó. Gracias, Señor!
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