I Samuel 1 - Qué más podemos aprender con Ana?

Hola!

Qué podemos aprender hoy con la historia de Ana y su comprtamento delante de una situación de esterelidad y inimizad con la segunda esposa de su marido?

Levanto ciertos puntos: em primer, Ana jamás se dejo abater por un desmaio que a impedise de subir a el templo y adorar a Dios, cumplindo su obligación anual. Si pasó por un algo así, no fue tanto a punto de quedarse en casa sola, encuanto su marido se ia. 

En segundo, no era por causa de Penina, la segunda esposa de su marido, que Ana reclamaba o se enojaba, a punto de decir cosas odiosas para Dios. No hay un relato bíblico informando que su conduta era de amargura, o rancor, o rechaso. 

En tercero, no consta que Ana tuve su fe abalada por 10 anos esperando por una respuesta de Dios. Ella sabia que su corazón estaba muy cierto de que un día receberia un hijo por herdad, y su história fue parar en un capítulo del Bíblia porque Ana, después de 10 anos, he colocado en su corazón hacer un voto a Dios dedicando su bendición integralmiente a la casa de Dios, una consagración de su hijo a Dios. 

Es muy precioso notar que todo hay un tiempo determinado debajo de los cielos. Dios tiene su modo de actuar, y cuanto más cedo comprendemos que necesitamos nos humillar en su presencia, antes llegamos al punto certo de la bendición. Mantenga su paz interior, ojos y ovido bien atentos para ver y escuchar la enseñansa de Dios. 

Diez anos fue el tiempo que Ana llevó para quebrantar su corazón por intero. Su hijo no era solamente un bebe, era mucho más. Se fuera solo un bebe, tería llegado muy tiempo antes, pero su vientre estaba por recibir el primero profeta de todos, que unjiria el primer Rei de Israel, una virada en la história del pueblo de Dios!

Si usted no persiste en una palabra que arde en su corazón, está a punto de perder su bendición. 

Aún que perseguida por Penina, o dada como embreagada por Eli, questionada por su marido Elcana, esta mujer fue por demás fuerte en su alma y no se entregó a las circunstancias. Por que ha persistido, fue una vencedora!

No abra mano de su bendición por una duda o desmaio. Hay un tiempo cierto para que se cumpla todo proposito de Dios en tu vida. No desmaies, no desistas, segue adelante rompiendo en fe e reciba tu victoria, en nombre de Jesus. 

Para recuedo de la história de Ana, segue el texto abajo. Inspirado en la predicación de Pastora Debora Andrade, Misión Castelo, em 23/01/2018.  

Que Dios te bendiga más! 


I Samuel 1:1-13

En la sierra de Efraín había un hombre zufita de Ramatayin.[a] Su nombre era Elcaná hijo de Jeroán, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efraimita. 2 Elcaná tenía dos esposas. Una de ellas se llamaba Ana, y la otra, Penina. Esta tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno.

3 Cada año Elcaná salía de su pueblo para adorar al Señor Todopoderoso y ofrecerle sacrificios en Siló, donde Ofni y Finés, los dos hijos de Elí, oficiaban como sacerdotes del Señor. 4 Cuando llegaba el día de ofrecer su sacrificio, Elcaná solía darles a Penina y a todos sus hijos e hijas la porción que les correspondía. 5 Pero a Ana le daba una porción especial,[b] pues la amaba a pesar de que el Señor la había hecho estéril. 6 Penina, su rival, solía atormentarla para que se enojara, ya que el Señor la había hecho estéril.

7 Cada año, cuando iban a la casa del Señor, sucedía lo mismo: Penina la atormentaba, hasta que Ana se ponía a llorar y ni comer quería. 8 Entonces Elcaná, su esposo, le decía: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por qué estás resentida? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?»

9 Una vez, estando en Siló, Ana se levantó después de la comida. Y a la vista del sacerdote Elí, que estaba sentado en su silla junto a la puerta del santuario del Señor, 10 con gran angustia comenzó a orar al Señor y a llorar desconsoladamente. 11 Entonces hizo este voto: «SeñorTodopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello».

12 Como Ana estuvo orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca. 13 Sus labios se movían, pero, debido a que Ana oraba en voz baja, no se podía oír su voz. Elí pensó que estaba borracha, 14 así que le dijo:

―¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Deja ya el vino!

15 ―No, mi señor; no he bebido ni vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor. 16 No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.

17 ―Vete en paz —respondió Elí—. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.

                                              

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